Sinopsis Optimista y lúdica, la cinta de Isabel Coixet es una placentera y sensible mirada al universo femenino, a la afectividad y delicadeza de un personaje que, bajo la pasional mirada de su directora, se acerca al milagro de la autenticidad mediante un límpido acercamiento humano y realista. Ann tiene 23 años y vive junto a su marido y a sus dos hijas en un remolque en uno de los suburbios de Vancouver. Una dulce mujer de escasos recursos económicos que no ha podido disfrutar de la vida y a la que, un mal día, su médico le revela que le quedan escasos dos meses de vida. Desde ese momento, paradójicamente, Ann descubre el placer de vivir todo aquello que no ha podido y, en silencio saber guardar silencio. Desde ese momento como todo mundo hace una lista con las cosas que le gustaría hacer antes de morir e intentará vivir lo que le queda con la mayor pasión posible, toda una enseñanza oriental. De esta forma llegará a desarrollar un amor por la vida que nunca había experimentado. La sensibilidad de cada secuencia, los encuadres exactos, la belleza de todos y cada uno de los fotogramas que componen esta deliciosa obra se unen a una descripción de la emoción descubierta con precisión y sutileza, sin caer en el dramatismo facilón. Una preciosa y melancólica oda a la vida, al amor y a la emoción, sin disonancias, sin recurrir al cómodo y efectivo sensacionalismo del drama.
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Sinopsis
Optimista y lúdica, la cinta de Isabel Coixet es una placentera y sensible mirada al universo femenino, a la afectividad y delicadeza de un personaje que, bajo la pasional mirada de su directora, se acerca al milagro de la autenticidad mediante un límpido acercamiento humano y realista. Ann tiene 23 años y vive junto a su marido y a sus dos hijas en un remolque en uno de los suburbios de Vancouver. Una dulce mujer de escasos recursos económicos que no ha podido disfrutar de la vida y a la que, un mal día, su médico le revela que le quedan escasos dos meses de vida. Desde ese momento, paradójicamente, Ann descubre el placer de vivir todo aquello que no ha podido y, en silencio saber guardar silencio. Desde ese momento como todo mundo hace una lista con las cosas que le gustaría hacer antes de morir e intentará vivir lo que le queda con la mayor pasión posible, toda una enseñanza oriental. De esta forma llegará a desarrollar un amor por la vida que nunca había experimentado. La sensibilidad de cada secuencia, los encuadres exactos, la belleza de todos y cada uno de los fotogramas que componen esta deliciosa obra se unen a una descripción de la emoción descubierta con precisión y sutileza, sin caer en el dramatismo facilón. Una preciosa y melancólica oda a la vida, al amor y a la emoción, sin disonancias, sin recurrir al cómodo y efectivo sensacionalismo del drama.
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