"La Mecanique des Femmes". Dir. Jérôme de Missolz. (Francia 2000)
Con base en la novela de Louis Calaferte Gallimard, el reconocido documentalista Jérôme de Missolz incursiona en el cine de ficción con "la Mecánica de las Mujeres", una cinta donde la obsesión en torno a la figura femenina se torna en una enfermiza travesía que entremezcla sueños y realidades. Missolz, conocido por sus retratos documentales de fotógrafos y músicos, así como por realizaciones en las que ha retratado a personalidades como Yves Saint Laurent, con "La Mecánica de las Mujeres" cae en la tentación de la misoginia y la visión sexista al intentar acercarse al entorno de lo que se supone debe ser la idealizada mujer de ensueño. Esta idealización está cargada de imágenes erróneas, en un mundillo donde la mujer ideal fuera aquella que quisiera ser sólo un simple objeto sexual, sin mayores ambiciones que dejarse llevar por el deseo de los hombres, en una aborrecible trama que sin tapujos se revela como un desagradable intento de experimentar al respecto. De esta manera, la película, para nada toma en cuenta qué podría estar pasando por la mente femenina al pensar respecto a su sexualidad, y Missolz termina por hacer un retrato de las “fantasías” mentales masculinas.
Con base en la novela de Louis Calaferte Gallimard, el reconocido documentalista Jérôme de Missolz incursiona en el cine de ficción con "la Mecánica de las Mujeres", una cinta donde la obsesión en torno a la figura femenina se torna en una enfermiza travesía que entremezcla sueños y realidades. Missolz, conocido por sus retratos documentales de fotógrafos y músicos, así como por realizaciones en las que ha retratado a personalidades como Yves Saint Laurent, con "La Mecánica de las Mujeres" cae en la tentación de la misoginia y la visión sexista al intentar acercarse al entorno de lo que se supone debe ser la idealizada mujer de ensueño. Esta idealización está cargada de imágenes erróneas, en un mundillo donde la mujer ideal fuera aquella que quisiera ser sólo un simple objeto sexual, sin mayores ambiciones que dejarse llevar por el deseo de los hombres, en una aborrecible trama que sin tapujos se revela como un desagradable intento de experimentar al respecto. De esta manera, la película, para nada toma en cuenta qué podría estar pasando por la mente femenina al pensar respecto a su sexualidad, y Missolz termina por hacer un retrato de las “fantasías” mentales masculinas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario